martes, 26 de noviembre de 2013

La vida en el aula


En mis muchos años de trabajo dedicados a la tarea de ser maestra 
( actualmente trabajo con niños y niñas del primer ciclo de primaria), no ha habido ni un solo día que no me haya llevado a casa alguna anécdota para comentar.

Tanto es así que en mi diario de clase tengo un espacio destinado para su registro.
Hay días que surgen tantas cosas de forma espontánea que si les prestas atención se producen unas dinámicas que solo hay que dejarlas fluir.

Esos días son auténticos. 

Es increíble la capacidad de organización que pueden llegar a tener. Llega un momento que no me necesitan.

Por las mañanas es habitual  dejar un tiempo en la clase para que comenten sus cosas, se muestren lo que traen de casa ... Para después abrir la biblioteca.

Esto significa que la persona encargada ese día, prepara la mesa  coge el archivador con las hojas de registro y espera a que le pidan o devuelvan la hoja una vez apuntado el libro que se van a llevar a casa.

 El resto de la clase lee libremente de forma individual o por parejas. La única consigna es que hay que hablar muy bajito para no molestar a quien lee en silencio.

A veces están muy interesados en leer y dejamos más tiempo. Otras veces los que se cansan se ponen a trabajar en otra actividad que tienen pendiente o una tarea inacabada.

 Hay quien sigue absorto en un libro y sigue leyendo un poco más porque le interesa mucho lo que está leyendo.
Luego nos cuenta que había de interesante en ese libro por si alguien quiere leerlo otro día.

A veces es tan buena le recomendación, que tenemos que sortearlo. 

También es tiempo de escribir cuando la biblioteca está abierta. 

La escritura forma parte de la vida del aula para comunicar los recados a las familias, para recordar algo que no se nos olvide, para decir algo bonito a alguien que queremos mucho o para escribir una carta pidiendo perdón a mamá porque alguien se ha enfadado con ella y está triste o para decir a papá lo mucho que lo echo de menos.

Cuando los sentimos cerca y les prestamos atención por delante de los contenidos, el tiempo de la clase es más rico y mucho más propicio para aprender , entonces todo resulta mucho más fácil.







2 comentarios:

  1. Asi es Elena!!! Son momentos mágicos y el tiempo se detiene... Fluyen las ideas y las emociones y... el entusiasmo se apodera del grupo y esos dias son geniales para todas las personas del grupo incluida la maestra. Gracias por contarlo desde el corazón. Un abrazodesde aula de infantil.

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    1. Gracias Carmen. Somos afortunadas por sentir la escuela de una forma tan especial. Un abrazo.

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